Posted on 1/27/2020 1:17:00 AM
Practicar yoga a 42 grados se está convirtiendo en la actividad favorita de muchas personas, tanto por la rápida pérdida de peso como por sus otros muchos beneficios
42 grados centígrados, 40% de humedad, 90 minutos y 26 posturas. Así se presenta el bikram yoga o hot yoga, una disciplina relativamente menos conocida en nuestro país, pero que cada vez tiene más adeptas gracias a la gran cantidad de beneficios que suma a una práctica -la del yoga 'tradicional', aunque en realidad hay muchas variantes- que ya de por sí es todo bondades. En pocas palabras, se trata de realizar una serie de poses más o menos sencillas, pero con el twist de que se realizan a una elevada temperatura. Una definición que sin duda despierta muchas preguntas, desde '¿se pierde más peso debido al calor?' hasta '¿de verdad se puede respirar (bien) cuando el termómetro marca un número tan alto?'. Resumiendo, la respuesta a la primera cuestión es un rotundo sí; y lo de la segunda no es tan complicado como parece.
"Recordemos que el yoga nació en la India, donde hace calor en cualquier lugar, así que nosotros reproducimos su clima en nuestra sala de yoga", explica Macarena Cutillas, Maestra de yoga con calor y fundadora de Californian Hot Yoga en Madrid. "Jugamos con la temperatura dependiendo del tipo de disciplina que practiquemos e imitamos ese calor húmedo de su tierra de origen. Por eso, nuestra 'yoga shala' es una sala climatizada en la que trabajamos entre los 25 y los 42 grados, siempre sumados a diferentes porcentajes de humedad", resume sobre las características de esta práctica. Y aunque esos 42 grados parezcan una cifra un tanto exacerbada, la especialista los compara con "un día de verano caluroso y mojado que, como bien dice Bikram Chourdhry, creador del hot yoga, 'moldeará tu cuerpo como el fuego forja una espada y liberará tu mente purificándola". No sólo promete, sino que sus muchos adeptos confirman que de verdad funciona.
Aunque la práctica del yoga va mucho más allá de alcanzar objetivos tangibles, no cabe duda de que uno de los principales atractivos del bikram es la velocidad a la que se comienzan a ver los cambios, mucho más rápido que si hiciésemos las mismas posturas pero sin las elevadas temperaturas. "Los resultados se ven en un asombroso corto periodo de tiempo, ya que aceleramos los beneficios con el calor. En una semana, notas un cambio en el cuerpo y en unos meses es una transformación a todos los niveles si tienes buenos maestros", explica Macarena.
Tal como apunta la especialista, "el yoga es algo mucho más profundo y más grande que quemar calorías", pero está claro que sentirnos mejor y vernos mejor siempre es un aliciente para mantenernos constantes en nuestra rutina fitness. Macarena nos confirma que, efectivamente, "el calor activa el metabolismo, responsable de la quema de grasa. Mandamos sangre fresca a través de torniquetes y compresiones de los músculos a todas las partes del cuerpo y, en concreto, a la tiroides y paratiroides, regulando el sistema hormonal y favoreciendo la pérdida de peso. Además, mantenemos vivas todas las glándulas y órganos del organismo para que funcione de manera óptima", indica.
Pero no sólo es importante la pérdida de peso -puedes llegar a perder hasta 500 calorías en una sesión-, sino que "lo más interesante es que desaparece la tendencia a engordar y a retener líquido", explica la especialista. Tal como ella nos cuenta, con el hot yoga, "el cuerpo funciona de manera óptima, cada parte hace su función y, sin querer, empiezas a ser más consciente de tu alimentación".
"Aleja el sufrimiento, calma la mente y hace que estemos en el momento presente y no tanto en los problemas de la cabeza. Ese es su mayor valor", dice Macarena. Pero esta no es su única ventaja, sino que todos los beneficios del yoga, al igual que ocurre con la quema de calorías, se perciben mucho más deprisa. "Fortalece los músculos y ayuda a eliminar los dolores de espalda y rodillas que tan presentes están en nuestros días, acaba con el insomnio y es un bálsamo relajante para parar la mente, ayudando a estar más en calma", enumera la experta.
Además, los torniquetes y compresiones que mencionaba antes la especialista, ayudan a que "la sangre fresca pueda inundar aquellos lugares que se van quedando más secos y envejecen. Es un rejuvenecedor natural. La respiración consciente que enseñamos lleva oxígeno a todas las células y relaja la agitación mental". Y aunque las sesiones son de 90 minutos -que en otros casos podría parecer mucho- la especialista promete que "durante la hora y media que dura la clase no piensas en nada más y sales completamente renovado en cuerpo y mente. ¡A todo el mundo le sienta bien!".
En una palabra: sí. El detalle de la elevada temperatura puede ser un elemento que haga dudar a algunas personas sobre si deberían apuntarse o no a estas clases, mientras que para las no iniciadas en el mundo del yoga en general también puede parecer algo demasiado avanzado. No obstante, la fundadora de Californian Hot Yoga lo tiene claro: "El bikram es apto para todos los niveles. Después de más de 10 años dando clase de yoga con calor, nunca he tenido que decirle a nadie que no puede practicar. Hay una frase de su creador que dice 'nunca eres demasiado viejo, ni estás demasiado enfermo, ni es demasiado tarde para comenzar de nuevo'".
A esto se suma que, de entre todas las disciplinas que existen, no se practica un yoga demasiado avanzado, sino que "son posturas básicas del hatha, empiezas con un ejercicio de respiración que se llama pranayama o respiración profunda, seguido de una serie de posturas de pie, descanso en savasana y comienzas la serie de suelo. En total son 26 posturas, para terminar con otro ejercicio de respiración kapalabati, que genera fuego en el estómago para, según dicen, quemar todas las toxinas. La serie está pensada para estirar todo el cuerpo, fortalecer todos los músculos que envuelven la columna vertebral y hacer tu mente invencible". ¿Se puede pedir más a una hora y media de fitness?